El empleo asalariado registrado en empresas privadas en Entre Ríos mostró una fuerte contracción el año pasado respecto al 2017. Con la crisis fiscal y cambiaria que inició en abril, comenzó a caer sostenidamente y las perspectivas para los próximos meses no son alentadoras.
En diciembre del 2018 el empleo privado registrado fue de 132.700 personas. Este nivel representó una baja del 2,5% en relación a diciembre del 2017, cuando alcanzó a 136.100 puestos. En términos porcentuales, esta caída superó a la nacional, la cual marcó 2,1%.
En Entre Ríos, el número de asalariados tuvo un aumento hasta el 2011, donde se estabiliza en 136.000. En ese momento los dos principales factores que explicaron el aletargamiento fueron el fin de la bonanza internacional y el comienzo del control cambiario y de capitales (“cepo”).
En este contexto, hasta abril del año pasado, el empleo se mantuvo estable, pero a partir de ese momento se desencadena la crisis fiscal y cambiaria, lo que lleva a un abrupto quiebre de la tendencia.
En octubre mostró una leve recuperación debido que en este mes todos los años en la provincia se produce un aumento de la demanda laboral en el mercado formal que finaliza en diciembre, donde vuelve a caer por debajo del nivel de septiembre.
Si se compara a Entre Ríos con las provincias vecina, las estadísticas de los últimos diez años se caracterizan en tres fases.
La primera va desde 2009 a 2011 en la que el empleo asalariado privado creció de manera similar en la región, empujado por la bonanza. Entre el 2011 y el 2014 se estanca en las 4 provincias Y a partir del 2014, Corrientes tiene un despegue, Santa Fe y Córdoba muestra una recuperación y Entre Ríos continua en caída.
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