Tan importante es identificar estas dos tipologías de desempleo que, a
partir del 2009 –momento en que la economía y el empleo tiene una leve y
transitoria caída–, el empleo vuelve a crecer, y a buen ritmo, pero el
desempleo abierto también crece debido a que mucha gente que estaba en
la
inactividad (desempleo oculto) decide incorporarse al mercado laboral,
haciendo crecer la PEA; como la economía no logra crear suficiente
cantidad de empleos para absorber a los nuevos entrantes, el desempleo
abierto crece, aun cuando el empleo se expande. A partir del 2012, el
desempleo abierto
vuelve a disminuir, pero no porque aumentaran las
ocupaciones sino porque mucha gente pasa a la inactividad (al
desempleo
oculto
). En el año 2014 se observa este fenómeno raro de una aparente
migración de población urbana desde la ciudad de Paraná hacia otras
localidades, pero lo relevante para el análisis laboral no es esto sino que
también cae la participación laboral, llevando incluso a un desempleo
abierto bajo (6% de la PEA) pero no por mayor ocupación que también
baja.
En suma, en Paraná se observa que hubo una tendencia a la disminución
del desempleo abierto, pero con aumento y alto nivel de desempleo oculto.
Esto implica que el crecimiento económico –fenómeno que fue la
característica de la década que pasó– no trae automáticamente la resolución
de los problemas laborales. Es más, ni siquiera la disminución de la tasa de
desempleo abierto implica necesariamente que los problemas laborales se
están erradicando, porque ocultos pueden estar quedando, como los datos
de fuentes oficiales lo están mostrando, de adultos en la
inactividad
.
Es interesante contrastar lo sucedido en Paraná con lo que pasó en
Concordia. En esta ciudad, fue mucho más patente el proceso de cierre de
la brecha de desempleo abierto ensanchando la brecha del desempleo
oculto. Lo que en Paraná fue entre los años 2009 y 2012 una importante
oleada de personas que se incorpora a buscar trabajo, en Concordia no se
divisa aumentos de nuevos entrantes. En la tendencia de la década, la PEA
se mantuvo constante mientras que la gente en edad de trabajo es creciente.
Por eso la tasa de desempleo disminuyó (pasó del 18% en el 2003 al 5% en
el 2012) y la proporción de adultos en edad de trabajar que pasaron a la
inactividad creció (pasando de 30% en el 2003 al 43% en el 2014). Esto es
casi como decir que, lo que disminuyó el desempleo abierto, es lo que
aumento el desempleo encubierto.