Versión de HTML Básico
Entre Ríos gracias a su particular matriz productiva enfocada a la
producción de bienes agropecuarios. Esto, más su ventajosa posición
geográfica en el mapa regional, rodeada por dos de las provincias más
dinámicas del país (como Santa Fe y el norte de Buenos Aires), le
brindaron condiciones inmejorables para elevar el ingreso de su población.
También hicieron una contribución relevante a la expansión agrícola y las
inversiones en nuevas tecnologías. Por eso la importancia que adopta el
campo y el comercio en la estructura de la producción.
Sin embargo, no experimentó una transformación estructural hacia una
economía más sofisticada, con mayor generación y agregación de valor,
como queda en evidencia en los datos que muestran la relativamente baja
participación de la industria manufacturera y de las actividades
empresariales e inmobiliarias. Este es un ejemplo concreto de un dicho que
se repite mucho pero se aplica poco y es que la sola acción del crecimiento
económico no trae aparejado automáticamente el desarrollo. El crecimiento
económico es condición
necesaria
pero no
suficiente
para desarrollarse. La
condición suficiente es lograr una
fusión
entre la acción del Estado
regulando, controlando y brindando bienes públicos; las empresas privadas
invirtiendo, produciendo e innovando; y la población estudiando,
formándose y trabajando con tesón y responsabilidad.
Esta mancomunidad sólo se puede lograr conociendo la realidad económica
y con diálogo permanente entre el Estado, el empresariado y las fuerzas
sociales (partidos políticos, agrupaciones de la sociedad civil, sindicatos).
De aquí que en los capítulos siguientes se proseguirá con el análisis del
Estado entrerriano (provincia y municipal) y las condiciones de vida de la
población provincial.