calidad y eficiencia, y el Estado debe concentrarse en la planificación, la
regulación, el control y las sanciones.
En electrificación y redes de gas, Entre Ríos se encuentra en estado avanzado,
gracias precisamente a la principal recomendación que se hace para el tendido
de redes operativas de transporte vial, ferroviarios y fluvial: el uso de la
articulación público-privada y la explotación de las interesantes redes de capital
social que Entre Ríos tiene desarrolladas en las entrañas de su territorio.
Política tributaria provincial y municipal
Uno de los principales obstáculos a la inversión productiva son los impuestos
provinciales y municipales porque debido a su “efecto cascada” multiplica la
presión impositiva en sectores donde las tramas productivas son heterogéneas,
diversas y eslabonadas. De aquí que es, tan estratégico como urgente, rediseñar
el sistema tributario provincial y municipal, si lo que se quiere es tener una
provincia agroindustrial y altamente sofisticada en comercio, turismo, finanzas y
logística, generadora de alto valor agregado.
La solución de fondo pasa por rediscutir la coparticipación federal de impuestos
para que gracias a una distribución más equilibrada de los recursos impositivos
nacionales Entre Ríos prescinda de apelar a impuestos distorsivos provinciales.
De todas formas, esto puede llevar tiempo y no es una acción que esté
totalmente bajo control de los actores entrerrianos. Es por ello que el Consejo
Empresario de Entre Ríos ha participado y seguirá participando intensamente en
diversas instancias en el marco de la Región Centro y del Congreso Nacional,
para promover el debate de una nueva Ley de Coparticipación Federal de
Impuestos.
Hasta que la discusión de la coparticipación suceda, hay que pensar alguna
solución de corto plazo. Un paliativo importante sería quitar el “efecto cascada”
de los impuestos provinciales y municipales. Esto se lograría eliminando el
impuesto de las actividades intermedias y dejándolo sólo en las ventas finales.
De esta forma, los sectores productivos del campo, la industria y el comercio
mayorista no gravarían la producción entrerriana mejorando sus condiciones de
competitividad ante el resto de las provincias y el mundo, y constituirían un
interesante atractivo para sentar inversiones en territorio local.
Cabe aclarar que permanecería un efecto negativo de los impuestos provinciales
y municipales, que sería su impacto sobre el precio de los bienes de consumo,
muchos de los cuales son de necesidades básicas. De aquí la importancia de un
Estado provincial y municipal austero, ordenado, con equilibrio fiscal, para
poder prescindir totalmente de estos impuestos improductivos y regresivos, o en
todo caso para que su nivel sea el menor posible.
Con respecto a las imposiciones sobre los activos es imprescindible efectuar una
diferenciación entre activos productivos y de consumo. En los activos