La deuda pública provincial, en una senda de insostenibilidad que degrada la competitividad

Entre Ríos incumplió con el pago de intereses pactado para agosto de este año y planteó un diálogo con los acreedores para reestructurar la deuda. Aunque es una de las provincias con menores obligaciones en 2020—solo debía afrontar un pago en mayo y otro en agosto, cada uno de 22 millones de pesos—, el déficit fiscal primario registrado en el primer semestre impidió que contara con recursos suficientes. La deuda pública crece más rápido que los ingresos netos disponibles, es decir, después del pago de impuestos y jubilaciones y de las transferencias a los municipios.  Esto lleva a reducir la inversión en obra pública y a aumentar los impuestos. Sin infraestructura y con una alta presión tributaria no crecen la inversión ni el empleo privado formal. La consecuencia social es el aumento de la pobreza.