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En segundo lugar, se analizará los nacimientos, la mortalidad infantil y la
condición de las madres. Este último indicador es un enfoque novedoso
dentro de la economía –no así dentro de la medicina sanitarista y las
disciplinas de la asistencia social– que permiten ilustrar como la reversión
de la mortalidad infantil y materna requiere mucho más que acciones
sanitarias. Demanda acciones de educación y cambios culturales que
representan un desafío social de connotaciones para la provincia.
Finalmente, se cierra el capitulo con un análisis del desempeño escolar de
los chicos de Entre Ríos. Se trata de mostrar que, más allá de la inversión
pública en educación –que en la provincia ha tenido un crecimiento
superador de cualquier expectativa
1
–, también es importante la calidad de
la gestión educativa y de los contenidos que se imparten. No es una crítica
a la escuela, es una invitación a mirarse y formar parte de una comunidad
que se auto-critica para superarse.
La infraestructura básica de los hogares
El Censo 2010 identificó 375 mil viviendas en Entre Ríos, de las cuales
254 mil (68%) tienen acceso a agua potable y cloacas de red. No es una
cobertura baja. El promedio del país se ubica en el 51% y en el caso de la
región metropolitana, si bien la Ciudad de Buenos Aires tiene una
cobertura de 96%, los partidos del Gran Buenos Aires tienen una cobertura
de apenas 39% de hogares con agua potable y cloacas con conexión a red.
Santa Fe tiene 47%, Córdoba 37%, Formosa 29% y Chaco 25%.
Es decir, la gran mayoría de las viviendas en otras provincias dependen
tanto del acceso a agua potable y/o depósito de excretas a algún tipo de
pozo en la tierra. En Entre Ríos, estos hogares representan sólo el 32%.
Esto implica que Entre Ríos está mejor, pero de todas formas hay un
número elevado de viviendas con accesos sanitarios básicos denegados.
Esto tiene riesgos sanitarios por contaminación y además pérdidas de
calidad de vida ya que los hogares deben hacer frente con los presupuestos
familiares a la limpieza y reconstitución de los pozos de agua y cloacas,
cuando están pagando una porción más que importante –entre un 37% a un
48%– de sus ingresos en impuestos al Estado; o sea, como mínimo, el
Estado debería devolverles servicios básicos sanitarios de calidad y acceso
universal a toda la población.
1
Según datos publicados por el Ministerio de Educación de la Nación, la inversión pública en
educación en la provincia de Entre Ríos pasó desde los $331 millones en el año 2003 a los
$3.171 millones en el año 2011. Si bien gran parte del aumento se explica por la inflación, la
mayor parte del aumento es incremento real de recursos. Por ejemplo, si se corrige por el Indice
de Precio Implícitos del PBI –que es una medida oficial relativamente aceptada de la inflación–
resulta que el incremento real de la inversión en educación de la provincia fue de 204%. Es
decir, el gasto público real (corregido por inflación) en educación en Entre Ríos se multiplicó
por 3 entre los años 2003 y 2011.